domingo, 18 de diciembre de 2016

2-EL FINAL DE LA BURBUJA DE LA APP EN MADRID

La preocupación de la app  con el decrecimiento del uso de su app por parte de clientes y taxistas  en Madrid está llegando a límites insospechados, el taxista cada vez desconfía mas del cliente que solicita un taxi  ya que el porcentaje de cancelaciones es alto, recordemos que esta app  no penaliza el mal uso de la app por parte del cliente y por otra parte al existir una mayor demanda de taxis en la calle el taxista lógicamente no usa la app , tanto por no humillarse a  ir a recoger al usuario gratis como por pagar la comisión de 1,40€ aprox.






En un principio para formar parte del equipo de taxistas de la app en  Madrid se ponía un límite a la antigüedad de los taxis , se tenía en cuenta el modelo y se entrevistaba a los taxistas meticulosamente,. Hoy día decenas de comerciales de la app ofrecen una incorporación inmediata a los taxistas en bolsas de taxis de aeropuerto, estaciones, etc, El modelo de vehículo ya no importa , pues ya vemos como incluso el Dacia Lodgy forma parte de la flota  en Madrid.

En estas fechas de gran consumo y demanda de traslados en taxi, las reservas sin aceptar sobrepasan el número de 100 por zona y hora, pero el taxista no acepta servicios incluso sabiendo que si sobrepasa un cierto número recibirá una compensación económica por parte de la app.
En las radio emisoras tradicionales no dan crédito a la mala gestión de la app  en Madrid, que de haber tenido  un mejor trato con el taxista las hubiese borrado del mapa al ver como cada día crecen mas en servicios que en su mayor parte proceden de clientes descontentos con la falta de atención por parte de la app.
La cabezonería de un CEO mas dedicado y especializado a participar en  conferencias y que desoye los consejos de los que de verdad conocen la mentalidad y el sentir de los taxistas de Madrid va a llevar a la app  a la ruina en un corto periodo de tiempo.
O bien se permite al taxista ir a recoger con lo que marca la ordenanza del Ayto de Madrid y se corta las alas a ese cliente prepotente que abusa del taxista con sus cancelaciones permitidas por parte de la app ó la búrbuja de la multinacional  puede ir contando los meses que le quedan para estallar en Madrid.